Sandra Llanas, muralista: “Pintar un mural es un reto porque es un espacio gigante en blanco”
¿Alguna vez te has planteado tener un mural vistiendo las paredes de tu casa? Cada vez están más de moda, los vemos en las calles de nuestras ciudades, en hoteles, restaurantes…
¿Y si en vez de cuadros en esa pared del salón pintases un mural? Los murales cada vez están más de moda: los vemos en las calles, en las habitaciones de los hoteles, en restaurantes… Son como un retrato, prácticamente para toda la vida, y no requieren de excesivo mantenimiento. A la artista Sandra Llanas lo que le gusta es dibujar: dibujar, pintar.. cualquier cosa que sea manual, no por ordenador, lo deja muy claro en la entrevista. Empezó haciendo portadas de libros para grandes editoriales y cuando el libro empezó a estar de capa caída, se reinventó: “Empecé a pensar en hacer murales. Vi que había muchos grafiteros que hacían grafitis y dije bueno, lo mismo una persona que sabe pintar puede llegar a hacer otro tipo de murales”, explica desde su estudio en Pozuelo de Alarcón. Y así es como empezó su etapa de muralista…
¿Recuerda el primer mural que hizo?
Creo que fue para un hotel, el Mayorazgo, en la Gran Vía madrileña. Tuve que pintar varias habitaciones con motivos madrileños.
¿Es complicado pintar un mural considerando las dimensiones?
Cuando pintas un mural es un reto porque ves un espacio gigante en blanco. Entonces bueno, tienes un poco de respeto. Bueno, igual un cuadro, el verlo en blanco y empezar te da un poco de respeto.
Hace tanto murales internos como externos, para estos últimos, ¿hay una época más adecuada?
Los murales exteriores es mucho trabajarlos en verano. En invierno con las heladas o cuando la pared está un poco húmeda, acaba levantándose la pintura. Cuando pintas sobre alguna superficie que no es yeso o ladrillo, tienes que pintar con esmalte. Si tienes que dar una imprimación, hay que respetar mucho el tiempo de secado. Entonces si hay heladas, es un desastre porque se puede acabar levantando la pintura.
¿Qué es lo peor para un mural exterior?
Lo peor es el sol porque acaba empobreciendo todos los colores, sobre todo los naranjas, rojos… Igual que sucede con un toldo…
¿Y cómo es el mantenimiento de un mural interior?
Lo típico si es un mural de toda la pared y das con el pie en la pared o cualquier cosa que se ensucie, pasas un paño húmedo. El propio mural, que muchas veces es pintura acrílica, es lavable.
En España casi todas las paredes tienen gotelé, ¿puede hacerse un mural sobre este tipo de textura?
Los murales se pueden hacer sobre gotelé. Es un coñazo si hay que poner una frase o letras porque claro, no te queda completamente recto. Me gusta mucho más pintar en plano que sobre gotelé.
¿Qué tipo de murales le encargan para los interiores de las viviendas?
Me encargan para habitaciones infantiles, en cabeceros de cama y también algunos en el salón.
¿Qué es lo más extravagante que le han pedido?
Bueno, en una casa victoriana me pidieron que pintase los techos. Por ejemplo, en la entrada pinté unos angelitos estilo Rubens… Ha sido muy bonito y un reto porque realmente no te puedes poner tumbada en un andamio a pintar, entonces he buscado una fórmula que lo pintaba en mi taller y luego los instalaba en los techos. Ha sido un reto muy grande. Luego también tuve hace años un encargo en las afueras de Madrid: una casa con las paredes llenas de murales pero muy deteriorados y el dueño quería restaurarlos. Todo eran murales: su habitación era una selva, los techos de la casa eran cielos.. Estuvimos mucho tiempo trabajando allí.
¿Cuánto cuesta un mural?
Depende mucho. Por ejemplo, lo más económico suele ser cuando te piden algo para una habitación infantil, puede rondar entre 300 y 700 euros dependiendo de si quiere toda la habitación. Es muy complicado dar los precios, porque claro, en el fondo estás haciendo una pintura que es para el resto de la vida. Lamentablemente no se valora como un cuadro, por un cuadro puedes pedir mucho más que por una pintura mural que en el fondo estás pintando también.